Marta Pazos exhibe en la Quadriennal de Praga una obra escultórica a partir de una escenografía para el Centro Dramático Galego
La pieza central diseñada por la creadora en 2019 para el espectáculo Neorretranca e posmorriña da lugar a una instalación artística que se expone en el principal certamen mundial sobre espacios escénicos y elementos escenográficos
Fue seleccionada directamente por la organización entre cientos de propuestas procedentes de países de los cinco continentes

Una obra escultórica de la creadora y directora de escena Marta Pazos realizada a partir de su escenografía para el espectáculo producido en 2019 por el Centro Dramático Galego Neorretranca e posmorriña se exhibe desde hoy en la Quadriennal de Praga, el principal certamen mundial especializado en espacios escénicos y elementos escenográficos, que se desarrolla en la capital checa hasta el 18 de junio.
La obra de la artista pontevedresa, ideada inicialmente para la pieza Fantasía nº 5 en sol ou non, original de Esther Carrodeguas con dirección de Gena Baamonde (una de las dos que conformaban dicha producción de la compañía pública de teatro junto con Boisaca ou a divina desgraza, de Roi Vidal Ponte), fue seleccionada directamente por la organización de la Quadriennal entre cientos de propuestas procedentes de países de los cinco continentes y podrá verse en el pabellón internacional de este encuentro de referencia que reúne cada cuatro años el más destacado e innovador en su ámbito.
El Centro Dramático Galego participó también desde sus talleres en la construcción de la nueva presentación de la escenografía, que lleva ahora por título Matria. Concebida como una instalación completa, el público podrá entrar en un estancia en la que se verá de inmediato inmerso en una atmósfera solemne, con un color de amarillo intenso y envolvente, con la que se cubren paredes, techo y objetos.
La sala está dominada por una gran escultura textil que sale de la pared: una vulva de tres metros y medio de altura. La pieza, realizada en licra, algodón, blonda y madera, es transitable y funciona como una puerta de entrada que conecta dos realidades, el aquí y ahora y lo desconocido. La instalación combina diversos elementos escultóricos, textuales, visuales y sonoros a través de los que Marta Pazos reproduce un ambiente de “paseo uterino".