O dragón de ouro

Una noche, en un edificio de múltiples pisos, en algún lugar de Europa: un joven chino sufre un fuerte dolor de muela en la cocina del restaurante de comida rápida tailandesa-china-vietnamita, El Dragón de Oro. No tiene permiso de residencia, ni dinero y no puede ir al dentista. Los compañeros deciden arrancársela. El joven tampoco encuentra a su hermana desaparecida.

Muchos residentes viven en el edificio. En el balcón sobre El Dragón de Oro, un anciano quiere retroceder en el tiempo, mientras que su nieta, embarazada, está frente a las ruinas de su relación porque su novio no quiere hijos. En el piso de abajo, un hombre, a quien dejó a su esposa, visita a su amigo, un enigmático comerciante que obliga a una niña china a prostituirse. Dos azafatas comen en el restaurante. Una de ellas encuentra y guarda la muela que cayó en su sopa tailandesa.

Intercaladas entre escenas, se encuentra la fábula de la Cigarra (que en verano no guarda nada) y le pide a la Hormiga que la alimente durante el invierno. Ella acepta y la obliga primero a trabajar gratis, luego a la prostitución que la Cigarra soporta hasta que una vieja hormiga (el abuelo) le arranca una antena y luego una joven hormiga (el novio) la hiere gravemente. El niño chino muere desangrado en la cocina del Dragón de Oro. Sus compañeros lo envuelven en un tapiz y lo arrojan al río, que lo lleva a su casa en China, imaginando su último sueño. Inga, una de las azafatas, también arroja la muela al río.