Insubmisa

Puede que cometiera un crimen terrible. Pero la cuestión ahora no es su culpabilidad, sino su estado mental. No tosca con declararla culpable. Además, debe quedar claro que es una enferma, una demente. Nadie dormirá tranquilo mientras pensemos que puede existir alguien así. De manera que ella permanece encerrada para ser evaluada. Se trata de un centro moderno donde la profesionalidad es incuestionable. Y el autor de su diagnóstico es un psicólogo inteligente que no está dispuesto a dejarse llevar. Pero ella es demasiado compleja y fascinante como para etiquetarla. Ni el amor es cárcel suficiente para contenerla. Defraudar todas las expectativas es la única vía para conseguir una libertad que depende de aquellos que escriben su historia.

Insubmisa es una evaluación sobre las posibilidades reales de ser libre más allá de etiquetas individuales o de género. Es una denuncia sobre a cárcel de oro en la que nos encierra el patriarcado social y sobre los estigmas que las mujeres sufren mismo bajo una mirada progresista. Y por encima de todo, es una indagación sobre los procesos de construcción del relato como forma de sumisión: ¿puede ser libre a mujer si su relato es escrito por el hombre?