La Sala Capitol cuenta con un nuevo sistema digital de iluminación con el apoyo de la Xunta a través de las ayudas a la modernización de infraestructuras culturales

El director de la Axencia Galega das Industrias Culturais, Jacobo Sutil, visitó la Sala Capitol de Santiago para comprobar el funcionamiento de su nuevo equipamiento de iluminación escénica, adquirido con el apoyo económico de la Xunta. El escenario compostelano fue uno de los 46 beneficiarios de la primera convocatoria de subvenciones del programa para la modernización y gestión sostenible de infraestructuras de artes escénicas y musicales.

El propietario de la Capitol, Francisco Sanín, y su director de programación, Antonio Borrazás, recibieron el representante de la Consellería de Cultura, Educación, FP y Universidades, a lo que le detallaron las mejoras que está suponiendo la puesta en marcha de este sistema digital de iluminación led, tanto desde el punto de vista técnico como del resultado artístico.


La sala está estrenando un equipamiento consistente en mesa DMX, focos led y truss motorizado, para lo cual contó con una subvención de 27.567 euros a raíz de la primera convocatoria del dicho programa de ayudas. En estos momentos, se encuentra en trámite de resolución a segundo turno de esta línea, con la que se elevará a 2,08 millones de euros la inversión en la mejora de teatros, auditorios y salas, tanto de gestión pública como privada al amparo de los fondos Next Generation EU.

Dos escenarios en Santiago

El Auditorio de Galicia es el otro espacio compostelano adjudicatario en el primero turno, con una aportación de más de 40.000 euros para la digitalización de la maquinaria escénica de la Sala Ángel Brage.

 

La digitalización, la gestión sostenible y el respeto medioambiental son las prioridades de este programa de fomento, de manera que se está facilitando la renovación de los sistemas de iluminación, vídeo, audio y comunicación en red, maquinaria escénica, gestión artística y producción en teatros, auditorios y salas. Así, la inversión se está traduciendo  tanto en una mejora de las condiciones de trabajo del personal técnico y artístico cómo en una mayor calidad en la exhibición de los espectáculos delante del público, además de atender las necesidades de rehabilitación de los edificios para favorecer su adaptación al cambio climático.