La producción del Centro Dramático Galego 'El charco de Olieras' estará el viernes en el Teatro Principal de Ourense
La unidad teatral de la Xunta hará una representación a las 20,00 horas, en el marco de la gira iniciada la pasada semana en Tui
La pieza dirigida por Marián Bañobre y Santiago Cortegoso recorrerá hasta el 12 de diciembre 20 escenarios de Galicia y norte de Portugal

El charco de Olieras, la producción del Centro Dramático Galego dirigida por Marián Bañobre y Santiago Cortegoso, estará el viernes 12 en el Teatro Principal de Ourense, con una única representación a las 20,00 horas. Las entradas están ya a la venta en ataquilla.com.
El clásico de Homero en un contexto gallego
El charco de Olieras sitúa el clásico de Homero en un contexto trasatlántico. La trama del texto, escrito por Cortegoso en 2010 dentro del programa Iberescena y en los talleres de dramaturgia del CDG, discurre en paralelo a la Odisea, generando un diálogo con el mito original para tratar el fenómeno de la emigración gallega con un marcado componente poético. Así, la propuesta muda Ítaca por Galicia, Troya por Buenos Aires y el Mediterráneo por el Atlántico.
Fran Paredes e Inés Salvado encarnan los papeles de Olieras y Penélope, encabezando un elenco que completan Óscar Ajo, Miguel Borines, Mónica Camaño, Rosalía Castro, Raquel Espada, Manuel Millán, Chusa Pérez de Vallejo y Paulo Serantes, además del músico Xosé Lois Romero. En el equipo artístico figuran Pablo Giráldez ‘El Pastor’ en el diseño de la escenografía, Saturna en el de vestuario, Salvador de él Río en la iluminación, Xosé Lois Romero en el espacio sonoro, Ezequiel Mirlo en la Coreografía Tango, María Costas en el trabajo de voz, Baia Fernández en la caracterización, Carmela Bueno en la asistencia de dirección y Xandre Vázquez en la de producción y Keka Losada en la de producción en gira.
Nuevo modelo de distribución
El charco de Olierasse había estrenado el 14 de enero en el Salón Teatro de Santiago, donde había previsto permanecer durante cuatro semanas de representaciones, que tuvieron que ser suspendidas en su tramo final a causa de la pandemia. Su puesta en escena inauguraba, además, una nueva etapa en la compañía pública, que posponía la distribución de los espectáculos de producción propia para reforzar el papel del CDG como motor escénico gallego a partir de la crisis sanitaria.